El mundo en vilo
«Si fuéramos lógicos, el futuro sería verdaderamente sombrío. Pero somos más que lógicos, somos seres humanos, y tenemos fe, y esperanza, y podemos trabajar», Jacques Cousteau.
Terribles huracanes en el Caribe y buena parte de Norteamérica, sumados a terremotos y sismos de gran magnitud en diversos lugares del mundo, han causado devastación, dolor y muerte en los últimos días.
Expertos en estos temas han advertido, desde hace años, sobre la relación existente entre el calentamiento global y la ocurrencia magnificada de estos fenómenos. En cuanto a huracanes han explicado que “por cada grado centígrado extra (motivado por el calentamiento), la atmósfera puede retener un 7% más de humedad y esto hace que los eventos que involucran precipitaciones sean más extremos cuando se producen”.
Se sabe, también, que los huracanes sólo se forman sobre aguas que tienen al menos una temperatura de 26,51 °C, temperaturas estas que han ido en aumento y algunas regiones del Atlántico Norte y el Golfo de México están más calientes ahora. “Por lo general, cuanto más calientes están las aguas del mar, más poderosas son las tormentas y como el nivel del mar está incrementado por el cambio climático, las marejadas son ahora más grandes y más peligrosas”, dicen los expertos.
En cuanto a sismos, en el artículo “Earthquake Energy Rise on Earth“, el Dr. Tom J. Chalko consigna que, con base en el análisis de datos históricos, a partir de 1973 hay un fuerte aumento en intensidad y cantidad de terremotos, al punto de que al año 2007 la energía de estos ha aumentado cinco veces y la tendencia es al alza en el futuro.
Chalko sostiene que, en gran medida, este aumento es causado por el calentamiento global, dado que “al haber más calor sobre la tierra, el centro de la misma no puede liberar energía suficiente, así que tiende a un sobrecalentamiento, lo que genera mayor presión en el interior, que genera mayor desestabilización, y por lo tanto un aumento en la actividad volcánica y tectónica debidos a una mayor rapidez en el movimiento de las placas tectónicas”. Finalmente, el investigador sostiene que mientras la temperatura se ha elevado en un grado centígrado, la cantidad de energía debida a los temblores ha aumentado cinco veces.
El calentamiento global es un hecho real y palpitante que amenaza seriamente la existencia del hombre en este hermoso planeta, como lo han vivido recientemente las personas de Puerto Rico, República Dominicana, Haití, Cuba y demás islas del Caribe, así como el sur de los Estados Unidos, México, Colombia, Ecuador, Perú y el Japón, entre muchos otros.
Nos corresponde, entonces, a cada uno de nosotros, tomar consciencia de esto y hacer lo debido en nuestros trabajos, hogares, en la educación de los hijos y en nuestro desempeño como miembros de una comunidad, para disminuir el impacto negativo sobre la Tierra que no existirá para nuestros hijos y nietos a menos que comencemos ya, a trabajar en esto.
Por último, debemos asumir, si es necesario, una posición política activa para enfrentar la ignorancia, la ceguera, el afán de lucro y la estupidez de muchos dirigentes a quienes la vida del planeta y sus habitantes les importa mucho menos que la satisfacción de sus odiosos egos o que el papel higiénico con que celebran sus payasadas.
«En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente», Khalil Gibrán
Bucaramanga, octubre 06 de 2017
El daño que le hemos hecho al planeta quizás sea irremediable y lo peor es que la mayoria de la humanidad no tiene comciencia de esto.
Invito a todos los que lean este artículo a que lo r eenvien de inmediato a todos sus amigos porque mañana puede ser tarde
Así es, Emilio. Y el cambio debe empezar por casa. Hay un excelente documental de Leonardo Di Caprio, uno de los más comprometidos activistas en el campo del calentamiento global. Se llama “Before the Flood”, se puede encontrar en youtube con subtítulos en español y da muchísima información valiosa acerca del problema y formas de contribuir a su solución. El consumo de carnes rojas (por el metano que producen con su aliento las vacas), el uso de productos hechos con aceite de palma (palm oil) que se encuentran en innumerables productos de limpieza y maquillaje, el mal manejo de basuras (es decir, no reciclar), el gasto de agua, son algunas de las cosas que hacemos a diario, casi sin darnos cuenta y qur fácilmente podemos modificar. O la utilización de automóviles electricos y paneles solares…. cada contribución cuenta. Y es importante generar conciencia en nuestros niños y comunidades. Gracias por un artículo oportuno, importante y, como dice Emilio, debe ser compartido todas las veces posibles!