Nicolasito y la ayuda humanitaria
Con dinero que aportaron personas de noble corazón, de ciudades, países y condiciones muy diversas, que sin pensar ni medir en lo que podían ellos mismos necesitar, pero movidos por sus inmensos corazones, plenos de amor y solidaridad, Nicolasito dirigió a su hermanito, a sus papás y a su abuelo, en la compra de alimentos y enseres para enviar a los damnificados por los huracanes que golpearon a Puerto Rico.
Haber vivido esta experiencia, haber constatado que la solidaridad humana aún existe y que funciona como un poderoso pegamento que nos puede unir a todos por una justa y noble causa, y ver que un niño de tres años se suma a la tarea pensando en el mundo entero, en los viejos, los niños, los animales, en cómo llevar las cosas, en fin, ver eso, vivir todo eso, me significó volver a tener esperanza en la especie humana.
Gracias a todos, gracias Nicolasito, en medio del dolor y la tristeza, me hicieron muy feliz.
Nicolasito es más conciente de la necesidad humana que cualquiera. Tiene razón Jairo cuando dice que esto le devolvió la dé en la raza humana. A mi me pasó lo mismo.