¿MANOLO, ES CIERTO?
¿Su columna de 2012 sobre Hernández, Anaya y Bohórquez era una mentira de punta a punta y usted es un calumniador, o es cierta de punta a punta y sirve hoy para entender la actitud obsesiva de Hernández para firmar a como diera lugar el contrato a 30 años con Vitalogic?
El caos en que se ha convertido la alcaldía de Bucaramanga por gracia de las oscuras maniobras de la familia Hernández y algunos otros, nos tiene a todos haciéndonos preguntas que llaman a espanto, a cólera y a rebeldía, pero como son pocos quiénes tienen la capacidad y la ubicación necesaria para aclarar el desmadre y uno de ellos es el adelantado Manolito Azuero, pues preguntémosle a este virginal muchacho que era capaz, al menos hasta hace dos añitos, de oler a kilómetros la corrupción, incluyendo la de Rodolfo Hernández cuando lo denunció en 2012 por sus cercanos afectos con Lucho Bohórquez y Fredy Anaya en ese raro y obsesivo gusto que tiene el hoy ‘alcalde’ por la basura.
Así que, sin más rodeos, usted que es un aguerrido y atinadísimo investigador, díganos Manolito:
– ¿El ofrecimiento de un cargo oficial produce cortedad de memoria?
– ¿La aceptación de un cargo oficial produce inflamación irreversible del ego?
– ¿El ejercicio de un cargo oficial produce ceguera, sordera, mudez, insensibilidad y pérdida del olfato?
– ¿Es cierto que el ‘alcalde’ de Bucaramanga ha maltratado de palabra a algunos funcionarios delante suyo?
– ¿Su columna de 2012 sobre Hernández, Anaya y Bohórquez era una mentira de punta a punta y usted es un calumniador, o es cierta de punta a punta y sirve hoy para entender la actitud obsesiva de Hernández para firmar a como diera lugar el contrato a 30 años con Vitalogic?
– ¿Es cierto que el hijo del alcalde ha participado en reuniones de institutos y entidades oficiales, en las que recibía información privilegiada sobre asuntos municipales, algunas incluso en presencia suya?
– ¿Es cierto que el ‘alcalde’ Hernández hace reuniones sobre asuntos relacionados con dineros y asuntos públicos, en sus oficinas privadas, sin que pueda haber sobre esas reuniones control de ninguna clase?
– ¿Es cierto que la corrupción tocó a la puerta del ‘alcalde’ y no le abrieron?
– ¿Es cierto que hay más de una decena de amigos del ‘alcalde’ que han recibido contraticos de la administración en estos dos años, para cumplir labores tipo mermelada: contratos trimestrales por decenas de millones y con objetos macondianos?
– ¿Es cierto que en los contratos pequeños hay mil proponentes y en los grandes uno o dos?
– ¿Es cierto que el contrato de Vitalogic iba porque iba y lo iban a adjudicar a dedo?
– ¿Es cierto que entre los dueños de Vitalogic, al menos uno fue condenado por lavado de dinero?
– ¿Es cierto que el hijo del alcalde estaba pactando una comisionsita por el contratico de Vitalogic?
– ¿Es cierto que el ‘alcalde’ no tenía ni idea de que el hijo que lo acompaña a tantas cosas, estuviera en esas vueltas?
– ¿Es cierto que el candidato Hernández, como cualquier politiquero de medio pelo, prometió 20 mil casas a los más pobres y hoy, a mitad de su desgobierno ni siquiera tiene el lote?
– ¿Es cierto que el candidato Hernández prometió a los más pobres empleo junto con las casas y eso tampoco se ve posible?
– ¿Es cierto que los incumplimientos no importan porque las promesas se las hicieron a los más pobres y ellos no aparecen en los medios?
– ¿Es cierto que el ‘alcalde’ está usando políticamente para su beneficio el asunto de la minería en Berlín?
– ¿Es cierto que Hernández y sus cercanos colaboradores consideran que todos los funcionarios de la administración son unos zánganos corruptos?
– ¿Es cierto que van más de 20 renuncias de funcionarios de esta misma administración motivadas por excesos y atropellos del ‘alcalde’?
– ¿Es cierto que parte importante de la meritocracia que prometió el candidato Hernández es que quienes se nombren sean amigos de él, o de algún amigo de él?
– ¿Es cierto que el ‘alcalde’ insulta y descalifica a quienes le quieren hacer oposición o denunciar sus actos nada transparentes?
– ¿Es cierto, como dicen sus malquerientes, que el ‘alcalde’ no es capaz de dejar de pensar como contratista?
– ¿Es cierto que su permanencia en el desgobierno Hernández debemos entenderla como su respaldo irrestricto e identidad plena con este ‘mandatario’?
Y, por último, Manolo, según su cercana experiencia en la administración municipal,
– ¿Es cierto que Rodolfo Hernández es el mejor alcalde de la historia (duélale a quien le duela)?
Bucaramanga, diciembre 22 de 2017
Al joven Manolito no le enseñaron muchas cosas en su casa. Seguramente lo intentaron, pero no entendió: que no por mucho madrugar, amanece más temprano; que el que con niños se acuesta, orinado amanece; que la lengua es el peor azote para uno mismo; y tantas otras muestras de la sabiduría popular. No le haga más preguntas, Don Jairo, el pobre muchacho no va a contestar. Él ahora está en la disyuntiva de su vida: o se va a una casa de reposo a reponerse de las heridas que le dejó la política, o se dedica de por vida al cinismo y reaparece de candidato a cualquier cosa en poco tiempo. Espere para que vea.
De verdad que el silencio de este muchacho produce profunda desazón y confirma las respuestas del connotado cuestionador. Con esto se confirma que una cosa es el ciudadano y otra cosa es el funcionario. Aunque siempre supe que de esto tan bueno no dan tanto, jamás sospeché que el poder pollítico anulara el carácter ciudadano tan vergonzosamente. Feliz navidad.
Ojalá contestara a una sóla de estas preguntas.
Hola Jairo: Un comentario con muy buena analogía y simiótica.