¡NO ME QUIERO IR PA´L INFIERNO!
“¡Qué vaina jodida es la honradez! He aprendido que muchos, los más, son honrados y critican a rabiar la corrupción hasta el preciso momento en que tienen la posibilidad de un beneficio personal.”
Caminaba por la calle cuando me encontré a un viejo amigo. Luego del saludo, de mis respetos a su cráneo ya de color rosa, quizás por el intenso sol que no quería perderse palabra de nuestra conversación, él, que es médico de profesión, comenzó esta charla:
- Hola Crotaticas, me alegro de verlo, y ya que nos encontramos quiero pedirle un gran favor
- Bueno manito, si está entre mis competencias y habilidades, con mucho gusto. Diga a ver…
- Es fácil, no se preocupe. Si aún no tiene candidato al Senado, apóyeme al mío
- Todavía no lo decido, tengo varios prospectos en estudio porque no quiero equivocarme. Entre ellos están Aída Avella, Leonidas, Gustavo Bolívar…
Cuando el galeno vio que todavía no tenía un nombre definido, me tomó del brazo y dijo:
- Crot, manito, vote por fulanito de tal, él es santandereano, no es corrupto, y va a defender los derechos de nosotros, los médicos
Al oír el nombre de ese candidato recordé que mi amigo, hace años, me había expresado su rechazo absoluto a ÉL, el jefe del grupo político por el que quiere llegar su colega al Congreso. Le dije que yo no podía favorecer a un grupo que es propiedad en cuerpo y alma de un corrupto de talla mayor, además de sus muchas otras características delictivas como constan en casi 300 procesos penales que tiene pendientes.
Le conté, aunque yo sabía que sabía, que su candidato al Senado estaba inhabilitado por un contrato de bastantes millones que tiene vigente con una entidad estatal, lo que demostraba que su intención no era limpia y su honradez inexistente.
Quizás el sol lo tenía deshidratado porque, de pronto, secándose la frente y sin intentar controvertir lo dicho, inició el final de la conversación:
- Manito, que pena, me tengo que ir, ¿entonces no me apoya?
- No, estimado doctor, yo no me quiero ir pa´l infierno
Y se fue rápido, quizás tenía un paciente esperándolo para que le salvara la vida, o, tal vez, estaba retardado en la cita con alguien para convencer de votar por el honrado defensor de sus derechos.
¡Qué vaina jodida es la honradez! He aprendido que muchos, los más, son honrados y critican a rabiar la corrupción hasta el preciso momento en que tienen la posibilidad de un beneficio personal. Ahí, en ese instante, desaparecen los justos principios, los “buenos” se convierten en molestias y los corruptos en almas salvadoras que deben ser adoradas, protegidas y elegidas y reelegidas.
La ambición de tener más, o de poseer algo, sumada al miedo de perder las miserias que se tienen, convierten a las personas, por educadas, ricas o ilustres que puedan ser o parecer, en títeres fácilmente manipulables para favorecer a los corruptos.
La prueba de esto es que los verdaderos genios del mal no necesitan más que enviar un video, un mensaje de whatsapp o un email con información falsa y absurda para ponerlos a temblar, a reenviar barbaridades y, lo que es más patético, a dictar cátedra sobre temas de los que saben nada, o muy poco, pero que ellos nunca investigarán porque dan por sentada la “verdad” y los argumentos que les expone el que les metió miedo.
Así, pues, para que puedan vivir tranquilos, voten por los corruptos, que ellos los salvarán, les cuidarán sus parcelitas, sus negocitos, y nos libraremos de convertirnos en Suiza, Noruega o Finlandia.
Bucaramanga, marzo 02 de 2018
Ese es uno de los problemas, o riesgos de la democracia; pero como dijo alguien un buen día: Maldita democracia, bendita seas… Yo le colaboré a Iván Moreno para la alcladía de Bucaramanga y a Samuel el hermano para el senado, y miren ese par de piltrafas humanas lo que terminaron haciendo… Pero la vida continúa y ellos recibirán su merecido castigo, mientras yo me encuentro deshojando la margarita para ver si ésta vez si acierto…
El otro problema es que gente como Bolívar y Avella son un cero a la izquierda
Ala, Juan Pablo, de ese Bolívar no le discuto nada, pero si el 1% de los colombianos hubiera tenido el compromiso, el arrojo y la perseverancia de Aída Avella a pesar de un mundo de adversidad en su contra, este país, sin lugar a la más mínima duda, sería otro, menos indigno, menos injusto, más despierto.
En cambio, hoy se ensalsa a inútiles, ignorantes, patanes y retorcidos burócratas en los cargos altos, medios y bajos del Estado, o si no, échele una miradita a la alcaldía de Bucaramanga a ver qué le paece.
Don Jairo, si usted comprobó que un médico se tuerce y apoya a un colega deshonesto solo ante la lejana posibilidad de obtener una ventaja personal más tarde, imagínese lo que pasa a un obrero, un empleado del Estado, un desempleado. Y después son esos mismos médicos los que se autoproclaman representantes de la moral y critican a los que venden el voto a 25 mil pesos. Fariseos, solo son unos ladrones de bata blanca.
Perdone el tono, pero es que el cuento logró sacarme la piedra.
Don Jairo, la ilustración del artículo me gusta. Y, es cierto: por una promesa de puesto de trabajo se vende un voto a un corrupto, y ni qué decir de los contratistas que compran una campaña y después cobran la inversión. Estos y los que no votan, patrocinan la desgracia del país. Allá ellos.
Hola Jairo..Cordial saludo sabatino..Gracias por salvarme este sabado,,de tantas mentiras y verdades a medias…,,no solo de los medios de comunicacion,,sino en ascenso social … permanente .. Definitivamente pareciera,,que de las 3 grandes enfermedades mentales sociales de pais,,como herencia genetica y culturall,,,,,la peor de todas es la Mitomania…que impide el dianostico caausistico de las otras dos,,la violencia y la corrupcion,,y sus consecuentes Paranoia y Sicopatia,,,..Un sencillo ejercicio para demostrar y evidenciar esta teoria….:::Si al miedo paranoico,,a la izquerda o a la derecha,,,le quitamos las palabras derecha e izquierda….desparecen las palabras pero no desaparece la paranoia……Si al odio Sicopata a la izquiera o a la derecha,,,les quitamos las palabras izquierda y derecha,,,,el odio sigue vigente y latente……….En resumen…somos una sociedad enfermay de paso ignorante y fanatica… pero lo ppppeeor de todo es que esas caracteristicas forman parte de nuestro Inconciente Colectivo Nacional.,
La mala educación es el factor preponderante para que el individuo ignore su responsabilidad en el desarrollo de la sociedad. Somos una sociedad educada con mentiras y por lo tanto somos individuos desconocidos para nosotros mismos y, esto no trajo a la situación sin retorno en que nos encontramos. Somos una sociedad de apariencias totalmente alejadas de la esencia, hasta el punto que un gran novelista y pésimo sociólogo se ha atrevido a afirmar que al individuo, para prevenir el neuroticismo, le era preciso abrazarse a una religión, en vez de afirmar que al individuo para prevenir el neuroticismo le era preciso madurar en la realidad del mundo. Desde luego que la segunda condición requiere de una educación basada en la realidad y la consistencia de los hechos de la vida y de la muerte.