LOS IDIOTAS
“Los colombianos buscan ser esclavos de un nazi, un matón, un violador, para que sea ÉL, sin importar los crímenes que haya cometido, quien robe, engañe y mate por ellos, así sea el país el que se vaya al carajo…”
Colombia se convirtió en el país de las falsedades, mentiras, engaños, burlas, manipulaciones, tumbes, etc. Esto sucede en todas las esferas de la vida nacional y va desde el púlpito en la iglesia del municipio más alejado, hasta la Casa de Nariño, pasando por todas las empresas públicas y privadas y por cuanto habitante, desde el más ignorante hasta el más preparado, que respira en este remedo de país.
Se ha dicho que “no hay que ser inteligente para hablar mal, cualquier idiota puede hacerlo. Para hablar bien hay que tener inteligencia y valentía, pero la mentira siempre gana porque es sensacionalista y hay muchos idiotas a quienes impresionar”. Esto lo saben bien y lo utilizan los políticos de mala clase que tienen a su servicio medios de comunicación irresponsables y vendidos por no pocas monedas, para engañar a los ciudadanos que, en su mayoría, reciben gozosos estos mensajes y se encargan, a su vez, de reproducirlos a todos sus amigos a través de las redes sociales.
Los colombianos, hablando en términos generales, son cobardes, flojos y mentirosos. Hablan de libertad, pero no quieren tenerla porque ser libre implica ser responsables y prefieren, en cambio, ser dependientes para que la responsabilidad recaiga sobre aquel de quien dependen y no sobre ellos. Buscan, entonces, ser esclavos de un nazi, un matón, un violador, para que sea ÉL, sin importar los crímenes que haya cometido, quien robe, engañe y mate por ellos, así sea el país el que se vaya al carajo, así sean inocentes muchachos los que terminen en el fondo de las fosas.
Los colombianos, en general, hablan de la verdad, pero muy poco les importa saberla. Después de ir a misa, arrodillarse y pedir perdón por robar a sus trabajadores, se ponen a repartir chismes por cadenas de whatsapp sin tomarse la molestia de investigar si eso que envían es cierto o no y les importa nada acabar con la honra de aquellos a quienes sus matones de cabecera incitan a destrozar porque se oponen a sus pérfidos propósitos.
Las mentiras, dice Osho, son convenientes, cómodas, porque tú puedes hacerlas, puedes inventarlas. Puedes inventar tu propia mentira que encaje contigo, pero no puedes inventar la verdad porque ésta tiene que ser descubierta, ya está ahí. Las mentiras son muy cómodas, se te pegan -te protegen de la verdad. Por eso es que cada vez que se dice la verdad, comenzarás a tirar piedras al hombre que la dice: Porque si él dice la verdad, toda tu vida es falsa.
Además, continúa Osho, cada vez que alguien apoya tu mentira y la hace aparecer como una verdad, te inclinas ante él. Tienes miedo de la muerte, entonces crees en la inmortalidad del alma. Esa es una mentira para ti -tú no sabes nada sobre el alma- tú no sabes si el alma existe o no, pero crees en la inmortalidad. Y alguien argumenta y demuestra que el alma es inmortal, entonces, tú te inclinas ante él y le rindes tributos. ¿Qué ha hecho? Simplemente apoyó tu mentira; ahora él ha dado más vida a tu mentira. Tú permaneces igual: no sabes lo que es el alma, nunca te preocupaste en saberlo. Pero la mentira te ayuda a vivir. Entonces no tienes temor a la muerte porque no hay muerte -el alma es inmortal.
Así funciona la mentira, así funcionan los idiotas, así lo han manipulado.
Bucaramanga, marzo 23 de 2018
Sí señor.